El aspecto tradicional que ofrece el estadio es gracias al buen mantenimiento por los usuarios, operarios y algunas remodelaciones que han señalado su historia. La reforma más importante fue quizá la de 2008-09, sufriendo la demolición de uno de los fondos por el deterioro del mismo y el cambio de césped natural a césped artificial, marcando un antes y un después para los clubes de la ciudad.
La larga historia del recinto montillano le sitúa entre uno los estadios con más solera del fútbol cordobes y andaluz. Cada temporada que pasa son menos los supervivientes, porque los estadios históricos caen para dar paso a nuevos campos más modernos en otras ubicaciones de las ciudades, como ha ocurrido con campos como: San Miguel (Villanueva de Córdoba) derribado en 2006, Estadio Municipal de Lucena (Lucena) en 2008 o El Arcángel (Córdoba) derribado en 1993.
Mucho fútbol, mucha historia y partidos cruzados tienen en común estos tres campos.
Muchos aficionados todavía recuerdan aquel olor a césped, aquellas vallas verdes, el marcador del fondo o en el descanso de los partidos los niños corriendo con su balón simulando a los mayores.
¡¡Felicidades!!
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