Corría el verano del año 2000, un sol incesante brillaba en el cielo de una Montilla huérfana de alegrías futbolísticas tras ver cómo su club, tristemente, retornaba al infierno del fútbol provincial tras más de una década con el dulce aroma de la Tercera División. Un punto separó al plantel auriverde de mantener la categoría en un cruel final de temporada en Tercera donde la derrota ante la U.D. Los Palacios en tierras sevillanas, certificó el final del sueño de la permanencia para el conjunto de Rafa Escobar.


Aquel período estival trajo consigo, como era de esperar, numerosos cambios en el entorno vinícola. Con Manuel Márquez al frente de la directiva, la reconstrucción de la plantilla y cuerpo técnico de cara al retorno a la máxima categoría autonómica comenzó con la llegada de Félix Ruiz al banquillo montillano. El míster cordobés afrontaba un reto de máximo nivel, siendo claro el objetivo marcado desde el inicio de la pretemporada, devolver al Viña Verde Montilla -nombre del club por aquellos tiempos- al lugar de prestigio que nunca debió abandonar.

De igual modo, la plantilla sufrió variaciones con la llegada de refuerzos tales como Diego Caro, Lolo Niza, Emilio, Miguel Ortiz o Fabio. Todos ellos, unidos a los ya conocidos Alcaide, Carmona, Ramón, Luis, Roberto, Yimi o Zafra, conformaban un equipo de plenas garantías.


La temporada 2000/2001 comenzó en el grupo cordobés de la Regional Preferente con 16 equipos. Conjuntos clásicos del fútbol de nuestra región como La Rambla, Villa del Río, Ciudad Jardín, Egabrense o Palma del Río ejercían de anfitriones para un Viña Verde que debía volver al barro y pelear cada partido para reencontrarse con los placeres de la añorada Tercera División. Las primeras 10 jornadas dejaron a entrever el potencial de los de Félix Ruiz. 9 victorias y un solo empate, con 33 goles a favor y 4 en contra eran una clara muestra de que los montillanos habían alcanzado una rápida adaptación a la categoría. Alcanzada la jornada 20, el panorama era más que prometedor. 18 triunfos, 2 empates y unas cifras de vértigo, con 65 goles a favor y solo 6 en contra, permitió al cuadro auriverde disputar las últimas jornadas con la satisfacción de haber alcanzado su primer objetivo, el pase a la fase de ascenso a Tercera División. La temporada regular finalizó el 29 de abril del 2001 con una contundente victoria por cero tantos a seis ante el Rvo. Belmezano C.F. 106 goles a favor, 12 en contra y los 86 puntos en el casillero, dio al equipo el honor de ser declarado el mejor club andaluz de la temporada superando todos los registros existentes hasta la fecha. Diego Caro, con solo 12 goles encajados y Zafra con 40 dianas, eran dos de los grandes artífices de un logro fraguado en la unión de una plantilla y cuerpo técnico.

A inicios de mayo, nuestro club junto al C.D. Egabrense -segundo clasificado en Córdoba- conocían a sus rivales para la fase de ascenso. Dicha fase en la zona occidental quedó compuesta de dos grupos con 4 equipos en cada uno de ellos. Los montillanos quedaban encuadrados en el grupo 1 junto a Alcalá de Guadaira, Isla Cristina y Xerez B. La primera plaza del grupo daba el ascenso de categoría, por lo que en seis partidos, tocaba refrendar el buen hacer liguero. Todo el trabajo de un año a merced de una fase de ascenso que comenzó con una dolorosa derrota por cinco tantos a dos ante el Isla Cristina en tierras onubenses. Tras colocarse 4 a 0 en el marcador, el cuadro isleño vio como los de Félix Ruiz eran capaces de acortar distancias con los tantos de Prieto y Yimi, sin embargo, la remontada quedó a medio camino y en la recta final del choque el equipo local sentenció con el quinto tanto.

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En la siguiente jornada, el filial xerecista visitó el Estadio Municipal en un encuentro más efectivo que vistoso por parte montillana que dio el primer triunfo a los auriverdes por dos tantos a cero. Ramón y Zafra eran los encargados de conseguir batir la meta blanquiazul e inaugurar el casillero de puntos. 

El tercer partido volvió a despertar los miedos en el equipo. La visita a Alcalá de Guadaira vislumbró a un Viña Verde Montilla capaz de adelantarse en el marcador en el primer tiempo y tirar por la borda todo el esfuerzo realizado en un final de choque para el olvido. Fabio inauguró el marcador a los 45 minutos de juego, pero dos tantos en los últimos diez minutos dieron al traste con las opciones auriverdes.

El Municipal, una semana después, era el elixir para los males vinícolas y el triunfo por dos tantos a cero ante el Alcalá en la cuarta cita daba esperanzas. Yimi y Zafra perforaban la meta sevillana. Continuó la competición y el duelo entre Xerez B y Viña Verde Montilla, o lo que es lo mismo, el todo o nada para el equipo vinícola, fue una cita para el recuerdo. Una victoria en la localidad gaditana permitía seguir aspirando al ascenso, el resto, una pesadilla que nadie quiso ser participe al lograr los montillanos un trascendental triunfo por un tanto a dos. Zafra, con dos goles, uno al inicio y otro al final del encuentro, contrarrestó el tanto local llevando el éxtasis a la expedición auriverde. 

Llegados a la última jornada, un abanico de posibilidades se abrió en el horizonte vinícola. La primera plaza del grupo daba el ascenso directo, no obstante, los ascensos a Segunda División B de los filiales de Sevilla F.C. y Real Betis Balompié, permitió a la Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) obtener un mayor número de vacantes en el Grupo X de Tercera. Asimismo, el Grupo IX también tuvo su protagonismo, ya que el ascenso de la U.D. Melillense a dicho grupo hizo que ningún club de Ceuta ascendiese al grupo X y, por lo tanto; los dos segundos clasificados de esta fase de ascenso, San Roque de Lepe en el grupo 2 y Viña Verde o Isla Cristina del grupo 1 pudiesen también alcanzar el sueño del salto de categoría. Con todo ello, vinícolas e isleños se daban cita en el Municipal ante una fervorosa afición vinícola que llevó en volandas a los suyos hasta el triunfo y certificar la segunda plaza del grupo – la victoria del Alcalá ante el Xerez B daba al cuadro panadero el primer puesto en el otro partido-. Roberto, de penalti, y Alcaide, obraban el triunfo que desató la alegría y el orgullo de toda la parroquia montillana. La celebración tanto en el césped como en la localidad se alargó durante todo el día. 


En cifras, la fase de ascenso finalizó con 12 puntos para nuestro equipo. Cuatro victorias, dos derrotas; así como once goles a favor y ocho en contra, eran el bagaje de los de Félix Ruiz. Consumado el éxito, la RFAF obligó a nuestra entidad y al San Roque de Lepe a disputar una eliminatoria posterior para determinar el orden de ascenso. Dos partidos de mero trámite que sirvieron de celebración para sendas plantillas. Como dato a destacar, dicha eliminatoria también cayó del lado montillano, sumando mayor gloria a un equipo para la historia. 

Los componentes de esta histórica plantilla eran: Baena y Diego Caro bajo palos; Alcaide, Carmona, Emilio, Trillo, Luis, Ramón Roberto en la retaguardia; Fabio, Lolo Niza, Jurado, Javi Álvarez, Melenas, Miguel Ortiz, More y Yimi al mando de la medular y en la zona de ataque, Chico, Prieto y Zafra. 

Con este reportaje documentado, queremos recordar esta historia y dar su más que merecido espacio a los héroes del 2001, que junto a otras generaciones de nuestro fútbol han hecho a Montilla ser un lugar de renombre dentro del balompié autonómico.

Partido Montilla CF - Isla Cristina