La vida te aporta sonrisas y lágrimas, momentos felices y situaciones que nos provocan consternación. Nos enseña a valorar lo que tenemos, a cuidar a nuestros seres queridos y a saber gestionar el tiempo que transcurre a gran velocidad a nuestro alrededor. De todo ello hemos tenido que aprender en nuestro Montilla Club de Fútbol.


De tocar la gloria en Mijas con la Copa Andalucía, al descenso a Regional Preferente de hace una década. De disfrutar de nuestra afición, jugadores y directivos, a perder en el camino a seres queridos que forman parte de nuestra historia. Hace un año, nuestro corazón vivía esto último con la perdida de Miguel Navarro Polonio. Nuestro Presidente de Honor se marchaba en una fría noche de diciembre que nos congeló el alma y provocó una pérdida irreparable entre nosotros. Sus palabras en cada reunión, donde sacaba a relucir su sapiencia futbolística para iluminarnos en la trayectoria hasta los éxitos o la capacidad de unir a todos los estamentos del fútbol montillano, son algunos de los elementos que hacían a Miguel un ser diferente, un referente para el seno de la entidad vinícola. Siempre dispuesto a colaborar, a coger su coche y recorrer kilómetros para llevar a jugadores, aficionados o directivos a los distintos estadios de nuestra región. Incesante en la búsqueda de soluciones a los problemas que surgían en el club.


El hombre de las mil y una facetas, como esa lotería que cada semana hacía que cientos de personas de nuestra localidad jugarán ese décimo con el sueño de repartir ilusión. Fundador del Montilla Club de Fútbol junto a otros vinícolas de honor. Hoy te recordamos con cariño y respeto, con la sensación de que sigues a nuestro lado acompañados en esta temporada cargada de emociones y que ojalá podamos acabar en el lugar que tú querías. Volveremos a ser grandes y tú lo verás desde el cielo. Tu legado es eterno. Con todo el amor hacia ti, te dedicamos estas palabras.

Gracias por tanto, Miguel. Tu club no te olvida.